lunes, 22 de enero de 2018

LA BARAJA ESPAÑOLA


I. Nuestro año ha comenzado de la manera más estrepitosa posible. El vértigo producido por las incertidumbres venideras nos ha colocado en estado de alerta extrema. Aún así, se puede sentir como todos nos esforzamos por mantenernos conectados con la vida. Persistiendo en la libertad de pensarnos de manera distinta. Buscando formas de librarnos de tanta incomprensión, tanto absurdo. Por eso es que se me ha ocurrido invitarte a este pequeño juego.

Si bien es cierto que existen muchos mitos en torno al uso de las cartas como oráculo, en mi caso he decidido decantarme por un sistema de interpretación más cercano a lo lúdico. Las cartas vistas como una herramienta para acercarme a los otros y a mí mismo, desde una comprensión más intuitiva del mundo. Aunque mi búsqueda es relativamente reciente, he podido percibir como progresivamente sus formas, sus colores y sus números, han ido cediendo (a partir de este acercamiento más creativo que adivinatorio), un espacio para la interpretación, donde lo simbólico ha comenzado a manifestarse como a través de una malla de ensueño. Otorgarle un valor mayor que el de deshojar una margarita, equivaldría por mi parte a traicionar el espíritu de encantamiento que me llevó hasta ellas. Porque para cosas serias, comprometidas e incluso ajenas, me parece que tengo espacios de sobra. Mi apego se encuentra más cercano a lo referido por Jung en el prólogo del Libro de las mutaciones, cuando observa que "La cuestión que interesa parece ser la configuración formada por los hechos casuales en el momento de la observación, y de ningún modo las razones hipotéticas que aparentemente justifican la coincidencia." Razón por la cual su atractivo es más fácil de percibir estando en presencia de los naipes, o cuando se les distribuye en el paño, o cuando nos detenemos con el pensamiento en algo o alguien mientras barajamos las cartas. De manera que, aunque no me lo pediste, voy a echarte las cartas. Te pido por favor que te permitas un momento, que abras tu mente y que disfrutes del juego. Aunque si esto no llegase a pasar en un primer momento, no debes sentir angustia ni disgusto. Es del todo normal tomando en cuenta quienes somos, cual es nuestra historia. Jung dice, "Únicamente nosotros (los occidentales) nos sentimos perplejos, porque tropezamos una y otra vez con nuestro prejuicio, o sea con la noción de causalidad. La antigua sabiduría de Oriente pone el acento sobre el hecho de que el individuo inteligente entienda sus propios pensamientos, pero no le preocupa en lo más mínimo la forma en que lo hace. Cuanto menos piense uno en la teoría del Yi Ching, mejor dormirá." Así que, sin importar en qué creas, espero que lo disfrutes.

II. Necesito comenzar por explicarte que aunque he estado estudiando profusamente lo que podríamos considerar como el lenguaje del Tarot de Marsella, he decidido hacer esta lectura basado en los naipes de la Baraja Española. Por un lado esto se debe a que de cierta forma no tan exacta pero muy cercana, sus tarjetas se corresponden a los llamados Arcanos Menores del Tarot. Mi acercamiento a ellos se encuentra íntimamente relacionado con su carácter numérico y la identificación de los palos con los elementos naturales y en cierta medida con  las funciones de la psique dentro de la teoría de Psicología Analítica. Pero ya Jung nos explicó que si queríamos consultar nuestro oráculo y dormir tranquilos, esto no nos debería importar tanto, ¿verdad? Como nota curiosa la palabra Arcano está definida como "algo que es difícil de conocer o secreto", lo cual nos pone de plano ante una categoría que se resuelve en términos de tensión entre lo conocido y lo oculto. El hecho es que con nuestras cuarenta cartas, las mismas con las que aprendimos a jugar truco, ajiley y solitario, intentaremos acercarnos a algo que no conocemos. Esa es la otra razón por la cual usaremos la Baraja Española, reencontrarme con ellas ha sido un viaje de regreso a la familia y al hogar de la infancia. A momentos de diversión con primos, tíos, abuelos y amigos. A mi renuencia a usar dinero para apostar, y al culto casi fetichista por ese único objeto de diversión posible, en tiempos de montaña y olor a monte.

Te cuento que para nuestra tirada de hoy, he dividido el paño donde extiendo las cartas, en cinco zonas imaginarias de interés para la lectura. A mano izquierda se encuentra la primera zona, en la cual están las cartas referidas al momento actual. En el centro o segunda zona aparecen las cartas concernientes a los deseos o ambiciones. Arriba de éstas, está la tercera zona con las cartas que hablan a favor de los deseos. Abajo del centro, la cuarta zona contiene las cartas que hablan de las dificultades para lograr estos deseos. Finalmente a mano derecha está la quinta zona, desde la cual las cartas van a dar sus consejos. Normalmente, a solicitud del consultante suelo colocar cartas extras en aquellas zonas donde haya dudas. En este caso y debido a la manera Sui generis en que establecemos nuestro juego, me he permitido solamente colocar cartas extras en la zona de los consejos. A esta forma de distribuir los naipes la llamo Tirada general y nos va a ser de mucha utilidad porque no hemos hecho ninguna pregunta, y podremos dar un enfoque más amplio de cada punto, en espera de que seas tú quien le encuentre un sentido particular a la lectura.

III. Este relato lo vamos a efectuar de izquierda a derecha como cuando leemos un libro. Pero algunas veces, si una combinación distinta de las cartas nos permite estructurar nuestra historia de manera más fluida, o nos ayuda a engranar mejor el conjunto, nos podemos saltar esa regla. Por cierto que eso es lo que intentaremos, crear juntos un cuento que transite por las cinco etapas que ya enunciamos.

Primera zona
Esta zona como ya te indiqué, se encuentra a mano izquierda y en ella están las cartas que nos hablan del presente, es decir del lugar donde te encuentras hoy en relación a los aspectos que vamos a tratar. En ese sitio aparecen en este orden el cuatro de espadas, el cinco de copas y el tres de espadas.

Tu primera carta de toda la tirada es muy significativa porque representa la forma en que iniciamos tu cuento. En este caso el cuatro de espadas en esta zona nos habla de un equilibrio en cuanto a tu actual forma de pensar. O también cierta armonía en tus pensamientos. El cuatro representa una forma sólida, equilibrada, trata de pensar en cómo se complementan las cuatro estaciones o los puntos cardinales o si quieres algo más simple las patas de una mesa. La espada representa los pensamientos. En cambio el cinco representa un punto de vista diferente, la aparición de una unidad extra que rompe el equilibrio y propone una opción distinta. Una quinta pata, incómoda, pero que se hace preguntas y busca opciones. Las copas están referidas a los sentimientos o a las emociones en general. El tres de espadas vendría a ser el estado previo al equilibrio. Ese momento anterior en que nace como una explosión vital, lo que se estaba gestando en estado de incubación. Es posiblemente la primera expresión tangible de una forma de pensar o una idea a la que le falta pulirse. Resumiendo esta zona podríamos decir que tienes algunas ideas muy claras que son las que te ayudan a mantener un equilibrio racional mientras tal vez, estás en la búsqueda o a la expectativa de nuevas emociones, posiblemente producto de una idea que aún no tienes clara o a la cual le estás dando forma. Como nota sugestiva, la relación que hay entre unas ideas muy sólidas y algunas que todavía necesitan madurar o que se manifiestan con una fuerza explosiva.

Segunda zona
Esta es la zona central. Aquí vemos representados los deseos y aspiraciones. En este caso está conformado por el caballero de espadas, el rey de oros y el rey de espadas.

Lo más interesante que se nos presenta a simple vista es nuevamente la nutrida presencia de naipes de espada. Como si el pensamiento o las ideas tuviesen prioridad tanto en el lugar donde te encuentras ahora y como en lo que te planteas lograr a futuro. De hecho resulta muy coherente y definitorio que teniendo un equilibrio de pensamiento y el surgimiento de nuevas ideas, esté dentro de tus planes o sueños la posibilidad de ir al mundo con ellos. Obtener cierta posibilidad de trascendencia, incluso superarlos y transformarlos en una forma fluida de conectarte con los otros. El caballero en este caso representa la posibilidad de transitar, de ser algo más. Y al ser de espadas este cambio, podría significar la opción de desprenderte de lo aprendido una vez que has llegado a lo que consideras el límite de tu interés en ese aspecto. Como si ya las ideas por sí mismas no fuesen lo suficientemente satisfactorias y en correspondencia con el ciclo natural de los palos del naipe, pudieras por ejemplo ir en busca de la unidad de las emociones, de esa potencialidad expresada en sentimientos. Por otro lado el rey de oros nos habla del deseo de disfrute de lo material o tal vez de las sensaciones y el cuerpo. Porque acá el rey no necesariamente significa ejercicio del poder sino más bien disfrute de una posición alcanzada. Igualmente que el rey de espadas estaría referido a dicho disfrute en el plano de las ideas. Resumiendo se podría pensar en un deseo de ir al mundo, de experimentar una transformación desde lo racional que posiblemente ya se sublima y da el paso hacia los sentimientos, al mismo tiempo que existe el deseo de goce pleno del cuerpo, quizás visto como capacidad o salud y también el anhelo de disfrutar con holgura de todo lo que has aprendido o de esas ideas que has conseguido concretar.

Tercera zona
La tercera zona la encontramos justo en la parte superior al centro y está relacionada con los factores a favor del logro de los deseos. En este caso está conformada por el cuatro de bastos, dos de oros y la sota de copas.

La primera carta de bastos aparece para ti aportando a favor del logro de tus objetivos o deseos. Como ya vimos antes el cuatro es equilibrio y armonía, en este caso asociados al aspecto creativo, intuitivo o sexual. Podría interpretarse como que la moderación en el aspecto creativo ayuda a lograr ese disfrute del cual hablamos en la zona de los deseos. A este se le suma el dos de oros. El dos es el estado previo a la explosión vital representada por el número tres y podríamos asemejarlo a ese estado de acumulación donde una semilla almacena energía proveniente de la tierra, del agua y del sol. Es un estado previo al nacimiento, un estado de gestación y aprendizaje, en este caso asociado a una capacidad material, física o sensorial. Podría pensarse también en un momento en que las necesidades se encuentran cubiertas gracias al recogimiento o al ahorro. La sota de copas habla de una tensión entre la acumulación y la explosión vital en el aspecto emocional. Tal vez, una duda. De alguna manera transitar entre guardarte y explotar sentimentalmente se hace favorable para lograr ese disfrute material e intelectual que está entre tus deseos. En resumen te podría aportar al logro de tus metas mantener un equilibrio intuitivo en lo creativo o sexual, mantener tus necesidades cubiertas o en un estado previo acumulativo y mantener viva cierta duda sobre tus sentimientos.

Cuarta zona
En la zona de abajo se encuentran las cartas que nos hablan de los obstáculos que te podrían impedir el logro de tus deseos. Aquí podemos ver la sota de espadas, el seis de espadas y el rey de bastos.

Contrariamente a lo que podría interpretarse en un primer momento, las cartas que se encuentran en esta área no representan necesariamente, un aspecto malicioso o maligno. Al contrario a mí me gusta pensarlas como ciertos aspectos e incluso logros de nosotros mismos, que nos impiden desarrollar enteramente lo que deseamos. Desde esta perspectiva, me parecería incluso más sano en algunos casos, permitirse la posibilidad de cuestionarse la prioridad o coherencia que tienen nuestros deseos, en función de la valoración de lo ya logrado. Primero que nada en esta tirada nos volvemos a encontrar con una acumulación de espadas. Lo cual resulta muy significativo si comprendemos que muchas veces son algunas ideas instaladas en nosotros las que nos inhiben de acceder a otras formas de organización de pensamiento o a puntos de vista diversos. En el caso de la sota al representar la tensión entre el deseo de acumular y de estallar energéticamente, nos dice que algunas ideas pueden que te hagan dudar y apareciendo en la zona de los obstáculos podríamos concluir que esta duda, particularmente, no es beneficiosa para el disfrute y la expansión del pensamiento que deseas. El seis número de la belleza y la plenitud, del encuentro con uno mismo y con nuestro gemelo, habla posiblemente de un envanecimiento intelectual. Una forma de pensar que nos gusta tanto, que nos impide un cambio o disfrute real, que está conectado indefectiblemente con acciones concretas en el mundo más que con una visión hedonista. El rey de bastos destaca por su vigor y nos dice que quizás cierto estado de plenitud y disfrute en el accionar creativo, tal vez una excesiva dependencia de tus deseos o intuiciones, tampoco juegan a favor en este caso concreto. En resumen la duda sobre algunas ideas concretas, algunas ideas que disfrutas mucho y tal vez una exacerbada plenitud creativa o sexual, podrían jugarte en contra del logro de las metas aquí planteadas.

Quinta zona
Está zona la encontramos a mano derecha y está compuesta por tres cartas de la tirada inicial y su complemento de tres naipes extras, representando el área de los consejos o exhortaciones. La base está compuesta por el As de oros, el seis de oros, el seis de copas y las complementarias leídas en sentido descendente son el caballero de bastos, el siete de oros y el seis de bastos.

Las cartas en esta zona pueden interpretarse como una respuesta directa a las cartas de la zona de los deseos (Tercera zona) o también podría tomarse como una orientación general referida a los distintos aspectos que fueron apareciendo a lo largo de nuestra lectura. Comenzando por el As de oros, habla de la potencialidad material. El As como representación de la unidad, contiene en sí a todo el resto de la escala numérica y por ende las cualidades de su palo respectivo. De tal manera que al interpretarlo podemos pensarlo tanto como el punto de partida, como la presencia de todos los aspectos de su pinta, pero en estado potencial. La imagen más elemental es la de la semilla, de la cual va a nacer el árbol, que tendrá hojas, y dará flores, de las cuales nacerán los frutos, que nos regalarán nuevas semillas, que nuevamente será árbol, y así hasta el infinito. En este caso las cartas aconsejan encontrar o apropiarse de esa semilla que en lo material nos permitirá dar. Porque además del sentido progresivo contenido en la lectura de las cartas, y su enfoque positivo desde la perspectiva de la búsqueda de autoconciencia, las cartas nos hablan de compartir el logro. La abundancia aquí no es tal si no es también para los otros. Lo significativo de ese As de oros como primera carta dentro de las exhortaciones, es que te anima a conseguir la semilla de la abundancia y el compartir. El seis de oros es la plenitud y el disfrute de ese estado material o sensorial, podría ser un cuerpo pleno, con mucha salud o recursos y el seis de copa te invita a que disfrutes de tus emociones. Que valores la posibilidad que te brinda la belleza de un sentimiento pleno. Como complemento el caballero de bastos te recomienda que si vas a salir al mundo, si vas a conquistar o a transformar tu entorno lo hagas creativamente, confiando en tu intuición. El siete es el número de las acciones concretas, de la resonancia, de los logros tangibles y en este caso si se lee en conexión con el resto de las exhortaciones, este naipe de oro simboliza que ese disfrute de lo material o sensorial impacte de manera concreta en tu entorno. Para terminar esta historia tuya de hoy, tenemos el seis de bastos, que visto por sí mismo representa la belleza de la creación o la plenitud intuitiva, o sexual. Y en lo que a mí concierne es una invitación plena al disfrute de tus zonas menos evidentes, más íntimas, una exhortación a que te permitas encontrarte creativamente contigo o muy posiblemente con algún otro que le sirva de espejo a eso tuyo que aún no conoces del todo.

IV. Decía al principio, que nuestro año ha comenzado de la manera más estrepitosa. Hablaba de cierto estado de incertidumbre. Nos sabemos sumergidos, hundidos casi hasta el fondo. Pero entonces ahí es donde pienso que ahora, en este momento, cualquiera podría dar fe. Cualquiera, como el maestro Palomares, podría decir: "Yo vi qué come el río y vi su mesa / y tenía platos como guayabas podridas y ganado muerto y casas / y todas las siembras que se llevó / y un hilo verde, muy verde, como un ángel." Cualquiera de nosotros podría ser testigo.
 Rafael Nieves


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