Cuerpos marginales
Hacia la definición de
un individuo de danza fuera de centro. La interpretación como oficio. ¿Qué somos?
Al
referirnos a cuerpos marginales queremos significar un conjunto de formas de
entendimiento de lo corporal expresivo, que se manifiestan a través de la
existencia de intérpretes/creadores de Danza Contemporánea, que poseen un
enfoque de formación, entrenamiento y/o búsquedas expresivas no consideradas en
su totalidad como parte de los centros de formación y creación
formal/tradicionales o hacen vida en estos de manera parcial, bien por no tener
el perfil determinado para participar de estas estructuras o bien por haber
decidido habitar la periferia como forma de construcción estética/organizativa.
Nuestro
país fue por muchos años receptor de una cantidad bastante considerable de
información en torno a procesos de formación y creación en el área de la Danza
Contemporánea. Al punto de ser referencia regional en el desarrollo de
discursos en esta forma específica de expresión. En nuestro medio conviven
muchos y distintos estilos de creación, así como enfoques para la formación y
entrenamiento de los intérpretes en Danza Contemporánea. Con los años estos
enfoques y estilos se han ido afianzando y estableciendo distintos espacios de
influencia. Al mismo tiempo nuevas generaciones de creadores han encontrado
caminos propios para expresarse a través del cuerpo. En algunos casos, estas
búsquedas se han desarrollado a plenitud al margen de los centros
académico/administrativos y exponen una diversidad que se ha nutrido de todas
las tendencias presentes en el país de acuerdo a sus intereses particulares y
desarrollando nuevas visiones para la formación, organización y creación de la
Danza Contemporánea.
En
cuanto a lo académico/institucional, hemos sido testigo de la gestación de un
modelo de formación universitaria en esta área. La elaboración de los programas
y su aplicación, reflejan las distintas visiones que el desarrollo de la danza
ha dejado en el país. Sin embargo, la forma en que se ha implementado la
formación de intérpretes a nivel universitario y el perfil de las instituciones
del estado para el ejercicio del oficio, han ido dejando progresivamente de
lado las construcciones menos cercanas a lo formal/tradicional. En la medida
que se ha necesitado construir una estructura institucional/administrativa más
sólida, la experimentación y búsquedas se han visto relegadas a los esfuerzos
individuales de los docentes y creadores.
También
es de resaltar que las estructuras con formato tradicional de compañías de
Danza Contemporánea independientes han mermado en la medida que se ha ido
desvaneciendo el apoyo institucional y no han sido capaces de encontrar nuevas
formas de relacionarse con la realidad. Es así como han ido surgiendo
alternativas para la formación, entrenamiento y búsquedas expresivas más
acordes a las condiciones imperantes, y una corporalidad desarrollada más allá
de los centros de formación y creación formal/tradicional ha ido haciéndose
espacio en el quehacer de la danza en el país.
La
marginalidad de los saberes corporales no producidos en los centros de
formación formal/tradicionales, se refiere a que muchos de los saberes que se
han incorporado en el campo de la interpretación a los estudios formales, han
sido gestados desde la periferia, espacio desde el cual han encontrado
reconocimiento, desde la libertad del individuo fuera de centro.
Por
muchos años la posibilidad de renovación en los discursos creadores en Danza
Contemporánea, estuvo enfocada en lo que llegaba de afuera y su incorporación
en las agrupaciones de danza o coreógrafos independientes, que nutrían sus
búsquedas con estos conocimientos. Esto otorgaba cierta coherencia a las formas
de asociación para la creación en danza que se definían por unos estilos
delimitados por estos saberes. En la actualidad y con el cese del flujo de
maestros se ha ido amalgamando un hacer desde la investigación y se ha
profundizado en otras direcciones. Y lo que es más importante, algunas de las
herramientas y conceptos que han llegado al país en distintos momentos, han
sido redimensionadas para el funcionamiento de la danza que tenemos.
Uno
de los puntos claves para la comprensión de este fenómeno, es el entendimiento
de la interpretación como oficio. Si bien esta es una premisa que ha sido
enunciada desde siempre, teniendo en cuenta que la danza como forma de
expresión es el cuerpo del bailarín ante todo, también es cierto que esa figura
se ha redimensionado a partir del hacer. El concepto de bailarín de Danza
Contemporánea que no hacía nada más que moverse según las instrucciones de
otro, ha ido necesariamente ganando matices, donde otras destrezas escénicas no
sólo las físicas son valorables, re-contextualizándolo, comprometiendo al
individuo con otras posibilidades y destrezas. Las capacidades físicas se han
ido diversificando. La incorporación de distintas movilidades ha hecho que el
intérprete no sólo explore otras técnicas de Danza Contemporánea, sino que
también se ha hecho común el uso de otras prácticas físicas como complemento de
su entrenamiento y formación. El ejercer otros roles aparte de bailar, tales
como dirigir, coreografiar, producir, diseñar luces o vestuario, etc. En la
mayoría de los casos estos son aportes generados en la periferia, donde los
intérpretes se ven enfrentados de manera más directa con sus necesidades y
aprenden a habitar la danza como totalidad. Llevar adelante la labor con unos
recursos limitados, si bien ha generado una notable disminución del ejercicio
independiente de la Danza Contemporánea, también ha potenciado el desarrollo de
las capacidades del intérprete como creador.
Por
mucho tiempo se estuvo construyendo una posibilidad de danza desde la
periferia. Muchos grupos e individualidades se entregaron a la creación en
condiciones que no eran las más adecuadas en relación a lo que se sabía que
había. Pero es así como han ido tomando forma enfoques del cuerpo que han
permitido continuar la labor y hoy asumen la responsabilidad de los discursos
danzados. El haberse reconocido fuera del espacio central de toma de
decisiones, en muchos casos ha afianzado y fortalecido las visiones estéticas
que hoy se manejan a través del reconocimiento, comprensión y aceptación de lo
que somos.
Rafael Nieves
HACIA UNA DANZA PROPIA
Reflexiones en torno a la danza y los saberes marginales
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