miércoles, 22 de noviembre de 2017

HACIA UNA DANZA PROPIA 8/10


La improvisación, una propuesta liberadora

Los poderes de la creación improvisada. Caracas Roja Laboratorio y los procesos periféricos de intercambios de saberes.

Dentro del entramado de saberes gestados en la Danza Contemporánea en Venezuela y las vertientes desarrolladas en la periferia, la improvisación ofrece un caudal muy variado de posibilidades. El presente ensayo pretende visibilizar la sistematización realizada desde las experiencias de Caracas Roja Laboratorio y otros espacios complementarios, que permitieron su desarrollo como posibilidad formativa y de creación para la danza.

Es importante resaltar que la subjetividad de estos saberes no está en duda y que al proponerlos como posibilidad formativa y de acercamiento a la creación, asumimos responsablemente el relato de nuestro hacer como referencia. Siendo una posibilidad relativa, en cuanto reconoce que convive con una infinidad de enfoques diversos, que de planteárselo podrían cohabitar armónicamente en espacios de sistematización, como lo han hecho en los espacios marginales de creación.

El enfoque de nuestro estudio ha estado referenciado por las búsquedas circunscritas por lo que se dio a conocer en el país con el nombre de Danza Postmoderna o Nueva Danza[i]. Es de acotar que estas tendencias al momento de nuestra formación, eran de práctica muy reciente en el país y su sistematización no era considerada adecuada del todo para la formación académica. Por lo cual se aprendía a través de talleres o procesos creativos de investigación.

Dentro de los saberes posibles para esta valoración individual, La Improvisación[ii], fue ganando importancia debido a su capacidad para potenciar la creatividad de los danzantes, su espíritu de búsqueda y capacidad de adaptación. Desde esta visión surge un personaje que no va a perder su oficio por no encontrarse involucrado directamente a una forma de asociación para la creación. La condición de improvisador, contiene la visión de intérprete-creador que hemos estado reseñando. Pero la improvisación no sólo se hizo funcional para llevar una vida solitaria de danza en libertad. Como herramienta, enriquece las capacidades de todos los individuos involucrados en el proceso creativo, independientemente del rol que se asuma ante el hecho. La exploración que es una de las facetas más productiva del proceso de creación en danza, se da generalmente por la vía de la improvisación. Pero también fue su postura ante el acto de creación lo que la hizo, una herramienta ideal para su desarrollo en la marginalidad, a la vez que dificultaba su acceso al centro. Es estimable que algunos docentes-creadores la insertaran en los procesos formativos académicos, pero siempre de forma parcial, es decir como complemento a una técnica reconocida formalmente, de manera que su incorporación ha sido lenta y progresiva. 

En el caso de la creación no ha sido así. El reconocimiento de los poderes de la creación improvisada fue casi inmediato, incluso antes de vislumbrar sus alcances. De manera que durante años ha sido incorporada a los procesos creativos desde diferentes ópticas y en distintos grados de comprensión. Planteando una contradicción que aún nos habita en el quehacer de la danza en el país. A través de las creaciones coreográficas nos lanzamos a una relativa desproporción de riesgo, incorporando elementos sumamente complejos y discursos abigarrados, pero en lo formativo asumimos actitudes sumamente conservadoras y obedecemos a patrones que muchas veces no se corresponden a nuestras realidades. Lo cual denota en algunos casos, muy poca profundidad y veracidad en las obras.

Pensemos en la improvisación vista como herramienta en la periferia. Tenemos un individuo que ya no necesita una estructura de compañía al estilo formal/tradicional para ser bailarín. Con la debida planificación puede buscar la información que más le interese para formarse o entrenarse y puede finalmente optar por participar en los proyectos que le permitan acceder a la danza y por qué no, organizar su propio proyecto con las herramientas que tiene a mano.

Visto de este modo la improvisación no es sólo una opción para el tratamiento y estudio del cuerpo en función de la expresión, sino también como una forma de acercamiento a la danza, desde la cual las capacidades, valores e identidades del individuo forman parte fundamental de sus posibilidades y la creación tiene múltiples maneras de expresarse en la relación consigo mismo y su entorno.

Para hacer una valoración concreta, partiré de mi formación en danza, que comenzó a la par de mi ingreso en el Instituto Universitario de Teatro - IUDET en el año 1992. En el marco de una materia llamada Expresión Corporal profesoras como Rocío Rovira[iii], Andreína Womutt[iv] y Angélica Escalona[v], decantaban saberes provenientes de la danza, como parte de la iniciación y desarrollo de un entrenamiento físico para la licenciatura en actuación. Cabe destacar que las maestras Angélica Escalona y Andreína Womutt, ejercían como bailarinas de Danza Contemporánea. Después de un período aproximado de 2 años, por recomendación de la maestra Womutt, me acerco al desaparecido Instituto Superior de Danza ubicado en Los Cortijos. Una vez ahí y luego de una breve entrevista con el maestro Luís Viana[vi], me inicio formalmente, en el desarrollo de mis capacidades para la danza.

Recuerdo felizmente una conversación sostenida con el maestro Viana en la cabina del Teatro Cadafe en diciembre de 1994, con motivo de las muestras de cierre de fin de año del Instituto Superior, en la cual, de modo sarcástico, recordó nuestra primera entrevista, donde yo había dicho con mucha seriedad, que quería hacer clases de Danza, pero "Sólo para entrenarme, porque a mí me gustaba era el teatro", a lo que él agregó en ese momento "Y aquí estás todavía".

Desde el segundo semestre del año 1993 había conseguido en el IUDET una beca trabajo como preparador, asistiendo a las profesoras de Expresión Corporal y entraba a todas las clases que daban en esta institución, hasta que una mañana la maestra Womutt me dijo: "que haces perdiendo tu tiempo, anda a Los Cortijos y hablas con Luis Viana, dices que te mando yo". Lo que al parecer se le olvidó un día de 1996, en el cual nos encontramos de nuevo y al contarle que dejaba mi trabajo en el Teatro Nacional Juvenil de Venezuela, para dedicarme a la Danza me respondió: "¡Tú sí que tienes bríos! ¡Empezar de nuevo!".

En el año 1994, el Instituto Superior de Danza era un hervidero de movimiento. El año anterior había ocurrido el último Festival de Danza Posmoderna y en los salones los profesores ensayaban, cual era la forma de implementar esos saberes en el contexto de la formación académica. Uno de los esfuerzos más memorables atesorado desde esos días, eran las clases dictadas por la bailarina y video-artista Lídice Abreu. En su clase tuve por primera vez un acercamiento a la improvisación y el trabajo de contacto. Ella había decidido dividir el tiempo de su entrenamiento en una barra de piso al estilo Martha Graham[vii] y luego nos hacía trabajar por pares explorando las posibilidades expresivas del contacto. Mi percepción como estudiante era que ella estaba asumiendo el riesgo de dedicarle tiempo formativo a la exploración, dándole prioridad por encima del resto de la información. Lo cual tenía mucho valor y podía no ser entendido por todos en el contexto. Es decir, dependiendo de lo que se esperaba de la Danza, ese tipo experiencias eran positivas o negativas.

Con la creación de Caracas Roja Laboratorio en el año 2000, inicio junto a Hilse León la búsqueda no sólo de una forma de expresar a través del cuerpo nuestra propia visión del mundo, sino también una comprensión acerca de cómo establecer procesos creativos asociados, cómo relacionarnos con otros intérpretes desde las particularidades y cómo darle continuidad a nuestra vida en la Danza.

Una de nuestras preocupaciones iniciales fue procurarnos un entrenamiento acorde a nuestras capacidades y necesidades expresivas. Por un lado, teníamos un caudal de información obtenida de haber participado en muchos y distintos procesos creativos y de entrenamiento. Por otro la necesidad de hablar cada vez más con propiedad desde nosotros. Así fue que ensamblamos algunas secuencias de ejercicios basados en la movilidad que nos interesaba. Tomando fundamentalmente ejercitaciones de piso y tratando de desestructurar la formalidad de la ejercitación de pie a partir de estos principios. El resultado eran clases muy dinámicas con unas estructuras muy claras, basadas en la información adquirida durante nuestra formación y ejercicio como bailarines. Por otro lado, cada vez que nos planteamos la realización de una obra, introducíamos temas físicos que queríamos desarrollar y profundizar. Entre los más recurrentes estaban la improvisación y el contacto, con la plena certeza que complementaban nuestros discursos y aportaba un carácter a nuestra fisicalidad individual.

En el año 2003 durante un festival organizado por Danzaluz en Maracaibo, asistimos a un taller con el maestro improvisador David Zambrano[viii]. Durante ese encuentro y después de asistir a una función nuestra, éste decidió invitarnos a participar en un proyecto de creación se llevaría a cabo en Europa. Hecho que se cumplió entre los meses de noviembre 2004 y enero 2005. Viajamos Hilse León, Isabel Story y mi persona. El proceso de exploración y creación se llevó a cabo entre los espacios del centro formativo PARTS[ix], en la ciudad de Bruselas y un estudio personal que el maestro Zambrano habilitó para el cierre del proceso en la ciudad de Ámsterdam. Las presentaciones del resultado de la investigación se llevaron a cabo en el Theater Frascati en Ámsterdam entre el viernes 13 y domingo 15 de enero del 2005 y en la localidad de Stad Gent, cerca de Bruselas, el miércoles 18 de enero del 2005 en el teatro Vooruit[x].

Sería posible ubicar la importancia de ese viaje, en el proceso de aprendizaje que significó realizar ejercitaciones de hasta cuatro horas seguidas, dos veces por días de lunes a viernes. Esto implicó convivir todo este tiempo con detalles y explicaciones acerca de ejercicios aplicados a la improvisación. Formas de acercamiento y exploración para la expresión. Todo esto desarrollado en un contexto colectivo pues el proyecto estaba conformado por catorce bailarines de diferentes partes del mundo. Muchas de las ideas desarrolladas durante este período, forman parte conceptual del acercamiento técnico que manejamos como agrupación y el enfoque y comprensión que tenemos del cuerpo para la expresión.

Una vez en Caracas esta visión nos ayudó a darle forma a una manera de comprender los procesos formativos, creativos y de organización que llevamos adelante. Citemos 2 ejemplos.

Desde el año 2004, me desempeñaba como docente en el Instituto Universitario de Teatro - IUDET, en el área de Expresión Corporal. La información que ya manejaba en mis clases se vio reforzada por mi experiencia en el citado proyecto. La improvisación y el trabajo de contacto se transformaron en herramientas útiles para el acercamiento de la comprensión de lo corporal expresivo a muchos actores en formación que tomaban mi clase. La experiencia fue de tanto impacto que logramos organizar, con la figura de materia electiva un grupo de improvisación que funcionaba dos tardes a la semana, al que llamamos Cátedra Libre del Movimiento Expresivo. Estuvo activo desde el año 2006 hasta que el IUDET pasó a formar parte de la Universidad Nacional Experimental de Las Artes - UNEARTE. Al principio estuvo compuesto solo por estudiantes de actuación, pero ya para el año 2007 previo acuerdo con el Instituto Universitario de Danza - IUDANZA y el Instituto Universitario de Artes Plásticas - Armando Reverón, se incorporaron estudiantes de danza y de artes plásticas interesados en la improvisación con forma de expresión y comprensión del cuerpo.

Por otro lado, en Caracas Roja Laboratorio sentimos la necesidad de establecer otra forma de asociación diferente al formato de compañía que veníamos manejando, que estuviera más asociado al concepto de intercambio y reconocimiento, específicamente en el área de la improvisación. Para esto invitamos a varios bailarines involucrados con el trabajo de improvisación en Caracas y formamos un grupo de investigación que se reunía periódicamente, con la finalidad de plantearse ejercicios, reflexionar y simplemente improvisar. Lo llamamos Laboratorio de Movimiento Espontáneo y en un inicio participaron: Inés Rojas, Rafael González, Daniela Pinto, Astrud Angarita, Vanessa Lozano, Rommel Nieves, Isabel Story, Hilse León y Rafael Nieves. Todos reconocidos bailarines a nivel nacional, con experiencia en el campo de la Improvisación. Esto se repitió posteriormente posibilitando la incorporación de más personas al proyecto.

Finalmente, en el año 2012, en acuerdo con las autoridades de la UNEARTE, junto a Hilse León (también profesora de UNEARTE), desarrollamos un proyecto que terminó decantando en los programas sinóptico y analítico de la unidad curricular de Improvisación que es de carácter obligatorio para la mención Intérprete en Danza Contemporánea a partir del año 2013.



Rafael Nieves
HACIA UNA DANZA PROPIA
Reflexiones en torno a la danza y los saberes marginales


[i] Danza Postmoderna o Nueva Danza. Terminología utilizada para identificar un conjunto de técnicas y posturas ante la creación a través de lo corporal, identificadas con la Improvisación, la técnica de soltura, la improvisación de contacto y otras tendencias asociadas a la exploración desde el cuerpo.

[ii] Improvisación. Herramienta desarrollada desde el trabajo expresivo, que posee enfoques diversos y cuya característica fundamental, reside en el estudio del cuerpo desde lo espontáneo como forma exploratoria.

[iii] Rocío Rovira. Creadora chilena, especializada en pantomima, radicada en Venezuela desde los años 70. Directora de la agrupación Teatro y Mimos de Venezuela y primera docente de Expresión Corporal del Instituto Universitario de Teatro - IUDET (1992).

[iv] Andreína Womutt. Bailarina venezolana y maestra de Danza Contemporánea, fundadora y directora de la agrupación Rajatabladanza. Profesora de Expresión Corporal del Instituto Universitario de Teatro entre los años (1993-1995).

[v] Angélica Escalona. Bailarina venezolana y maestra de Danza Contemporánea, fundadora y directora de la agrupación Thejadanzateatro. Profesora de Expresión Corporal del Instituto Universitario de Teatro desde el año 1993 hasta su desaparición en el año 2008.

[vi] Luís Viana. Maestro, coreógrafo e intérprete venezolano. Director Académico de los desaparecidos Instituto Superior de Danza e Instituto Universitario de Danza.

[vii] Martha Graham. Maestra, coreógrafa y bailarina norteamericana que, durante la primera mitad del siglo XX, marcó el desarrollo de la Danza Moderna a través de su trabajo.

[viii] David Zambrano. Maestro coreógrafo e Improvisador venezolano, radicado en Europa desde finales de los años 80. Creador de las técnicas Flying Low y Passing Through.

[ix] PARTS. Centro de estudios de danza ubicado en la ciudad de Bruselas, fundado en 1994 por la coreógrafa Anne Teresa De Keersmaeker y Bernard Foccroulle director de la Ópera Nacional De Munt/ La Monnaie.

[x] Enlaces donde se pueden apreciar, fragmentos de la obra "Twelve flies went out at noon", dirigida por David Zambrano, resultado del proceso en el cual participaron Hilse León, Isabel Story y Rafael Nieves de Caracas Roja Laboratorio.

 







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