Trabajo de contacto, el
cuerpo a través del otro
Desprendiendo la idea de
contacto de la improvisación como concepto. Trabajo de contacto enfoques. Que cada quién se haga la suya.
Otro
concepto importante para la valoración y que en muchas ocasiones actúa de
manera complementaria a la improvisación, es el concepto de trabajo de
contacto. En este concepto se puede englobar todas aquellas construcciones
físicas que implican el contacto físico directo entre los intérpretes en danza.
Generalmente podría pensarse en cargadas, suspensiones, abrazos,
manipulaciones, aladas, arrastradas, etc. Interacciones concretas que van desde
agarrar al otro, hasta el estímulo a través del roce.
Se
asume junto a la improvisación como técnica, porque se asocia a una vertiente
concreta desarrollada en los años 60-70 llamada Improvisación de Contacto. Pero
este no es el único enfoque. Representa en sí todo un universo a desarrollar y
donde se privilegia la interacción entre intérpretes para la construcción de
discursos físicos.
En
el contexto de la Danza Moderna el trabajo entre parejas, asemejó lo que
tradicionalmente ha sido propuesto desde la Danza Clásica como manifestación.
La conformación de figuras y composiciones determina el uso de elementos por
ejemplo como las cargadas. Por una circunstancia de fuerza, la relación dada
entre el hombre y la mujer determina los roles, donde el hombre ejerce de base
para sostener a la mujer casi siempre por encima de su cabeza y en una postura
expresiva determinada. Así se maneja en el Ballet y con sus pequeñas
variaciones se usa en la conocida Danza Moderna. Debemos recordar que el Ballet
está pensado para ser ejecutado en grandes teatros y la distancia con el
espectador amerita según esta visión particular, un mayor alcance de todas las
expresiones que se manifiestan en la escena.
Con
la Danza Contemporánea asistimos a la elaboración de obras con un carácter más
íntimo, lo que implica teatros más pequeños e incluso el público muy cerca de
los intérpretes. Esto de una u otra forma ayuda a relajar esta tensión con la
necesidad de proyectar infinitamente el gesto. Por el contrario, la búsqueda de
cierta veracidad también colabora. Por otro lado, la Danza Clásica está pensada
para hacerse en puntas o media punta, en fin, es una danza que se realiza de
pie. La Danza Contemporánea hace uso del piso y otros niveles de expresión para
el cuerpo, lo que ha ocasionado que los creadores exploren las posibilidades de
otro tipo de cargadas que responda a estos niveles. Acostados, agachados, en
cuadrupedia, etc.
Con
la aparición de la Improvisación de Contacto el rango de búsqueda de los
creadores se amplía y se enfoca directamente en las relaciones a través del
contacto. El contacto asociado al acto de improvisar se presenta como un juego
de intercambio para elaborar a partir de la percepción del peso del otro y la
búsqueda del centro. Cuando esta herramienta comienza a ser utilizada para
"sacar material", aparecen entonces otras formas para enfocar las
construcciones que se venían haciendo en la Danza Contemporánea, valorando
principios que obedecen a esta percepción del eje y el intercambio de peso. Al
ser una herramienta exploratoria, los roles varían constantemente. Ya no es uno
sólo el que prueba a ponerse en equilibrio sobre el otro. El concepto de
cargada no desaparece, pero adquiere matices como las suspensiones,
equilibrios, manipulaciones y en general todas las posibilidades que brinda la
creatividad y capacidad de búsqueda de los intérpretes.
Existe
además un enfoque relacionado con la improvisación y el trabajo de contacto que
surge de los estudios realizados y sistematizados por David Zambrano. Estas
herramientas y conceptos asociados son conocidos como "Pasar a
través" (Passing Through). Por sintetizarlo de alguna manera, esta técnica
está pensada para desarrollar la sensibilidad del intérprete a partir de
contacto, reciclando los estímulos concretos con la finalidad de abrir
posibilidades de movimiento desde la percepción del entorno en general y de los
otros intérpretes en lo específico.
Con
este enfoque se valoriza el gesto del intérprete en función de la expresión,
con el fin de lograr una capacidad perceptiva que le permita danzar en armonía
con su entorno. David lo llama Danzar en Red y plantea que el intérprete hace
parte de un todo que se expresa a través de él y que por medio del desarrollo
de un estado de atención el improvisador puede nutrir constantemente su
accionar. Esta herramienta ha sido redimensionada desde nuestra labor docente e
interpretativa, y nos ha permitido establecer vínculos creadores en grupos
sumamente heterogéneos. El uso complementario de estas técnicas es manejado por
algunos creadores en la periferia para generar danza en distintos niveles y
lograr promover su trabajo en espacios disímiles. Por su parte el maestro David
Zambrano ha sido muy reservado con el uso que se le da a su trabajo, por esa
razón nosotros decidimos que la mejor forma de implementarla es asumirla como
parte del contexto donde nos desenvolvemos y esta información progresivamente
se ha ido amalgamando y generando una visión que pensamos particularmente se
corresponde con nuestras realidades. Hasta el momento desconocemos si ha
documentado formalmente su sistematización, pero hace doce años en el metro de
Bruselas al preguntarle si quería hacerlo, pensando en la posibilidad de
multiplicar el alcance de su técnica, nos respondió que no, que cuando se
muriera se la iba a llevar consigo y cerró diciendo: "¡Que cada quien se
haga la suya!"
Rafael Nieves
HACIA UNA DANZA PROPIA
Reflexiones en torno a la danza y los saberes marginales
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