martes, 21 de noviembre de 2017

HACIA UNA DANZA PROPIA 7/10


Una danza a la vista de todos

Las construcciones diversas. La danza como posibilidad. La organización desde el reconocimiento.

Vivir la danza con autenticidad, nos permite reconocer que existen otras opciones para generar discursos desde el cuerpo. Que delimitar un concepto de danza general y exponer esa idea como única, anula las potencialidades específicas que dan vida a cada trabajo o forma de asociación para la creación. Por ejemplo, entender que el concepto de danza aplica al ámbito de lo popular, lo tradicional, lo clásico, lo contemporáneo o las distintas formas existentes que surgen o no de la unión entre éstas, es fundamental para reconocerse entre ellas y más allá.

Acudimos entonces a lo contemporáneo en la danza como una construcción específica y múltiple.

Un ejercicio interesante es pensar como se ha ido conformando una Danza Contemporánea en el país, que desestima dichos límites y por la vía del hacer ha legitimado diversas formas de creación que asocian por ejemplo los saberes populares y tradicionales con la creación contemporánea, desde múltiples enfoques. En estos casos el anecdotario y la cotidianidad han ido engrosando las filas de las posibilidades en la representación. Es importante recalcar que las categorías antes expuestas fueron pensadas para mantener dichas formas en sus espacios respectivos. Organizados, jerarquizados y facilitar su estudio, comprensión y administración. Lo que ocasionalmente tiene eco en creadores produciendo encuentros y desencuentros desde categorías pensadas para ser distintas. Lo importante es que finalmente lo poderoso trasciende y el cuerpo se erige como fuerza originaria. Aunque por momentos se ha impuesto una comprensión del cuerpo que desestima las realidades creadoras y capacidades organizativas del país danzado, que no obedecen a su lógica.

El caso concreto de las formas de asociación para la creación en la Danza Contemporánea ofrece una posibilidad particular de reflexión. A un país organizado de manera puntual para el ejercicio de la danza como profesión, donde los grupos acostumbraban a reunirse diariamente para entrenar y ensayar en horarios y espacios específicos, a seguido un panorama compuesto por un par de espacios mantenidos por el estado en su totalidad para el ejercicio de la danza y un enorme archipiélago de múltiples formas de organización para la creación, el entrenamiento y la formación. Más allá de la valoración de esta eventualidad y las razones que trajeron consigo y mantienen esta situación, lo que nos importa es visibilizar las diversas formas de asociación que actualmente llevan adelante la danza en el país. Empecemos por decir que los creadores tienden a nuclearse en torno a los vínculos más estrechos, familiares, parejas y amistades, como forma de reconocimiento básica y que estos núcleos una vez consolidados, se expanden captando individuos interesados en sumarse a la construcción llevada adelante dentro de estas formas de asociación. En la mayoría de ellos, ha operado una visión que transita hacia otras formas de encuentro donde lo económico no es lo primordial y los valores como el compromiso, la solidaridad y el respeto, han sido fundamentales para la permanencia de los proyectos.

Otro punto de interés está en la denominación. La palabra que usualmente utilizamos para nombrar estas organizaciones es compañía, lo cual genera una tensión interesante, debido a que como es sabido la Danza Contemporánea en el país nunca ha sido rentable como negocio, pues este no es su fin último sino la creación, pero de alguna manera las agrupaciones se han pensado siempre bajo la visión de una pequeña empresa. Por otro lado, podría pensarse en compañía como un derivado de la palabra acompañar, lo cual en el caso de la danza es una cualidad notable si pensamos en que es mejor siempre danzar con los otros.

El caso es que tome el nombre que tome, proyecto, asociación, agrupación, grupo, proyecto, colectivo o compañía, el enfoque en que se sustentan las nuevas formas de asociación están relacionados aún más estrechamente con la empatía y la creación, bajo un esquema de valores que hacen posible una construcción en conjunto. Podría llegar a pensarse que se ha ido pasando progresivamente a un estado de supervivencia de la danza como forma concreta de expresión, pero siempre manteniendo la esperanza en una renovación de las formas en que se dan las relaciones entre los distintos elementos que la hacen posible.

Otro paso importante que se puede registrar es el reconocimiento del otro. Quizás es imposible desechar totalmente, el sentido competitivo que toma el tema del entrenamiento corporal entre los bailarines, pero de una u otra forma se ha atenuado el efecto de esa concepción del cuerpo y la percepción positiva sobre las capacidades del otro ha ayudado a aglutinar y contribuir con la organización. Pensando en la asociación como posibilidad de construcción, valoración de los logros y el reconocimiento entre iguales. Es así como surgen otras formas de organización más amplias, basadas en el trabajo en red.

Estas vinculaciones son posibles a través del reconocimiento del otro y del esfuerzo compartido para mantener el ejercicio de la danza. También por el fortalecimiento de la actividad asociada a proyectos comunes y por la posibilidad entendida, de coexistencia de múltiples visiones para la expresión del cuerpo en movimiento, múltiples conceptos de danza con una visión particular de lo propio.

Uno de los impulsos que llevan a que esto sea posible, es la superación del menosprecio entre distintos sectores de la danza hacia la construcción de formas diversas de asociación. La subestimación de la capacidad intelectual y organizativa de la periferia, genera ciertamente una sensación de desconfianza en los que tradicionalmente han habitado el centro formal-académico-administrativo. Lo otro organizado representa procesos de liberación y apropiación de espacios en la danza. En fin, el carácter socialmente subordinado de la periferia hacia el centro, usando como punto de partida referencias a la diversidad y prejuicios llega a ser desbordado. Generando la posibilidad del surgimiento de formas de asociación que respondan a cualidades particulares, que definan su alcance de acuerdo a la visión de sus integrantes, que obviamente se ven potenciados por las construcciones en común. La diferencia la hace comprender, reconocerse y asociarse.

Como disfrute de lo marginal podría enunciarse, la posibilidad de sentirse fortalecido en la creación, desde una visión de danza que obedece a una lógica propia.

Para visualizar una propuesta particular, usaremos como ejemplo a la agrupación Caracas Roja Laboratorio[i], mi espacio personal de creación, fundado en el año 2000 junto a Hilse León[ii], que nos ha permitido explorar no sólo corporalmente, sino diversas formas de asociación con creadores de distinta índole y experimentar con formas diversas de hacer obras y presentarlas ante el público. Para estos procesos hemos convocado en diferentes tiempos a una gran cantidad de creadores de distintas áreas, la mayoría bailarines de Danza Contemporánea. Algunos de los cuales han llegado a durar casi 10 años en la agrupación de manera intermitente. La formación que han recibido con nosotros ha sido complementaria a su formación general como intérpretes, toda vez que cada proceso implica el desarrollo de ciertas destrezas y es necesario estudiarlas en conjunto. Aparte de eso hemos ido conformando un entrenamiento básico que contiene una visión particular de movilidad, desarrollada a partir del estudio con diversas personalidades de la danza nacional e internacional. Las técnicas preponderantes en nuestro trabajo son la Improvisación, el Trabajo de Contacto y la llamada " Técnica de soltura"[iii].

Durante algún tiempo la mayoría de los que participaron en la agrupación fueron docentes en la Universidad Nacional Experimental de las Artes o estudiaban en ella, lo que nos permitió compartir saberes más allá de las horas efectivas de entrenamiento, ensayo y función. Casi todos desarrollaban además trabajos con otras agrupaciones o de manera independiente con otras formas de organización, además de dar clases y hacer trabajo de vinculación social. Lo más importante es que todos reconocimos que nuestro hacer en general enriqueció nuestro desempeño en Caracas Roja Laboratorio y como miembros de la comunidad universitaria.


Rafael Nieves
HACIA UNA DANZA PROPIA
Reflexiones en torno a la danza y los saberes marginales


[i] Caracas Roja Laboratorio. Agrupación venezolana de Danza Contemporánea fundada en el año 2000 por Hilse León y Rafael Nieves.

[ii] Hilse León. Creadora venezolana, Licenciada en Ciencias Sociales. Maestra de Danza Contemporánea e intérprete de Caracas Roja Laboratorio. Docente de la Universidad Nacional Experimental de las Artes.

[iii] Técnica de soltura. Terminología utilizada en Venezuela para reconocer una organización técnica de la danza que se basa principalmente en las nociones de relajación, soltura, conciencia del peso y alineación postural. Asociada generalmente al uso del piso como herramienta y a los principios de la Danza Postmoderna o Nueva Danza.

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