Una danza a la vista de
todos
Las construcciones diversas.
La danza como posibilidad. La organización desde el reconocimiento.
Vivir
la danza con autenticidad, nos permite reconocer que existen otras opciones
para generar discursos desde el cuerpo. Que delimitar un concepto de danza
general y exponer esa idea como única, anula las potencialidades específicas
que dan vida a cada trabajo o forma de asociación para la creación. Por ejemplo,
entender que el concepto de danza aplica al ámbito de lo popular, lo
tradicional, lo clásico, lo contemporáneo o las distintas formas existentes que
surgen o no de la unión entre éstas, es fundamental para reconocerse entre
ellas y más allá.
Acudimos
entonces a lo contemporáneo en la danza como una construcción específica y
múltiple.
Un
ejercicio interesante es pensar como se ha ido conformando una Danza
Contemporánea en el país, que desestima dichos límites y por la vía del hacer
ha legitimado diversas formas de creación que asocian por ejemplo los saberes
populares y tradicionales con la creación contemporánea, desde múltiples
enfoques. En estos casos el anecdotario y la cotidianidad han ido engrosando
las filas de las posibilidades en la representación. Es importante recalcar que
las categorías antes expuestas fueron pensadas para mantener dichas formas en
sus espacios respectivos. Organizados, jerarquizados y facilitar su estudio,
comprensión y administración. Lo que ocasionalmente tiene eco en creadores
produciendo encuentros y desencuentros desde categorías pensadas para ser
distintas. Lo importante es que finalmente lo poderoso trasciende y el cuerpo
se erige como fuerza originaria. Aunque por momentos se ha impuesto una
comprensión del cuerpo que desestima las realidades creadoras y capacidades
organizativas del país danzado, que no obedecen a su lógica.
El
caso concreto de las formas de asociación para la creación en la Danza
Contemporánea ofrece una posibilidad particular de reflexión. A un país
organizado de manera puntual para el ejercicio de la danza como profesión,
donde los grupos acostumbraban a reunirse diariamente para entrenar y ensayar
en horarios y espacios específicos, a seguido un panorama compuesto por un par
de espacios mantenidos por el estado en su totalidad para el ejercicio de la
danza y un enorme archipiélago de múltiples formas de organización para la
creación, el entrenamiento y la formación. Más allá de la valoración de esta
eventualidad y las razones que trajeron consigo y mantienen esta situación, lo
que nos importa es visibilizar las diversas formas de asociación que
actualmente llevan adelante la danza en el país. Empecemos por decir que los
creadores tienden a nuclearse en torno a los vínculos más estrechos, familiares,
parejas y amistades, como forma de reconocimiento básica y que estos núcleos
una vez consolidados, se expanden captando individuos interesados en sumarse a
la construcción llevada adelante dentro de estas formas de asociación. En la
mayoría de ellos, ha operado una visión que transita hacia otras formas de
encuentro donde lo económico no es lo primordial y los valores como el
compromiso, la solidaridad y el respeto, han sido fundamentales para la
permanencia de los proyectos.
Otro
punto de interés está en la denominación. La palabra que usualmente utilizamos
para nombrar estas organizaciones es compañía, lo cual genera una tensión
interesante, debido a que como es sabido la Danza Contemporánea en el país
nunca ha sido rentable como negocio, pues este no es su fin último sino la
creación, pero de alguna manera las agrupaciones se han pensado siempre bajo la
visión de una pequeña empresa. Por otro lado, podría pensarse en compañía como
un derivado de la palabra acompañar, lo cual en el caso de la danza es una
cualidad notable si pensamos en que es mejor siempre danzar con los otros.
El
caso es que tome el nombre que tome, proyecto, asociación, agrupación, grupo,
proyecto, colectivo o compañía, el enfoque en que se sustentan las nuevas
formas de asociación están relacionados aún más estrechamente con la empatía y
la creación, bajo un esquema de valores que hacen posible una construcción en
conjunto. Podría llegar a pensarse que se ha ido pasando progresivamente a un
estado de supervivencia de la danza como forma concreta de expresión, pero
siempre manteniendo la esperanza en una renovación de las formas en que se dan
las relaciones entre los distintos elementos que la hacen posible.
Otro
paso importante que se puede registrar es el reconocimiento del otro. Quizás es
imposible desechar totalmente, el sentido competitivo que toma el tema del
entrenamiento corporal entre los bailarines, pero de una u otra forma se ha
atenuado el efecto de esa concepción del cuerpo y la percepción positiva sobre
las capacidades del otro ha ayudado a aglutinar y contribuir con la
organización. Pensando en la asociación como posibilidad de construcción,
valoración de los logros y el reconocimiento entre iguales. Es así como surgen
otras formas de organización más amplias, basadas en el trabajo en red.
Estas
vinculaciones son posibles a través del reconocimiento del otro y del esfuerzo
compartido para mantener el ejercicio de la danza. También por el
fortalecimiento de la actividad asociada a proyectos comunes y por la
posibilidad entendida, de coexistencia de múltiples visiones para la expresión
del cuerpo en movimiento, múltiples conceptos de danza con una visión
particular de lo propio.
Uno
de los impulsos que llevan a que esto sea posible, es la superación del
menosprecio entre distintos sectores de la danza hacia la construcción de formas
diversas de asociación. La subestimación de la capacidad intelectual y
organizativa de la periferia, genera ciertamente una sensación de desconfianza
en los que tradicionalmente han habitado el centro
formal-académico-administrativo. Lo otro organizado representa procesos de
liberación y apropiación de espacios en la danza. En fin, el carácter
socialmente subordinado de la periferia hacia el centro, usando como punto de
partida referencias a la diversidad y prejuicios llega a ser desbordado. Generando
la posibilidad del surgimiento de formas de asociación que respondan a
cualidades particulares, que definan su alcance de acuerdo a la visión de sus
integrantes, que obviamente se ven potenciados por las construcciones en común.
La diferencia la hace comprender, reconocerse y asociarse.
Como
disfrute de lo marginal podría enunciarse, la posibilidad de sentirse
fortalecido en la creación, desde una visión de danza que obedece a una lógica
propia.
Para
visualizar una propuesta particular, usaremos como ejemplo a la agrupación
Caracas Roja Laboratorio[i],
mi espacio personal de creación, fundado en el año 2000 junto a Hilse León[ii],
que nos ha permitido explorar no sólo corporalmente, sino diversas formas de
asociación con creadores de distinta índole y experimentar con formas diversas
de hacer obras y presentarlas ante el público. Para estos procesos hemos
convocado en diferentes tiempos a una gran cantidad de creadores de distintas
áreas, la mayoría bailarines de Danza Contemporánea. Algunos de los cuales han
llegado a durar casi 10 años en la agrupación de manera intermitente. La
formación que han recibido con nosotros ha sido complementaria a su formación
general como intérpretes, toda vez que cada proceso implica el desarrollo de
ciertas destrezas y es necesario estudiarlas en conjunto. Aparte de eso hemos
ido conformando un entrenamiento básico que contiene una visión particular de
movilidad, desarrollada a partir del estudio con diversas personalidades de la
danza nacional e internacional. Las técnicas preponderantes en nuestro trabajo
son la Improvisación, el Trabajo de Contacto y la llamada " Técnica de
soltura"[iii].
Durante
algún tiempo la mayoría de los que participaron en la agrupación fueron docentes
en la Universidad Nacional Experimental de las Artes o estudiaban en ella, lo
que nos permitió compartir saberes más allá de las horas efectivas de
entrenamiento, ensayo y función. Casi todos desarrollaban además trabajos con
otras agrupaciones o de manera independiente con otras formas de organización,
además de dar clases y hacer trabajo de vinculación social. Lo más importante
es que todos reconocimos que nuestro hacer en general enriqueció nuestro desempeño
en Caracas Roja Laboratorio y como miembros de la comunidad universitaria.
Rafael Nieves
HACIA UNA DANZA PROPIA
Reflexiones en torno a la danza y los saberes marginales
[i] Caracas Roja Laboratorio.
Agrupación venezolana de Danza Contemporánea fundada en el año 2000 por Hilse
León y Rafael Nieves.
[ii] Hilse León. Creadora venezolana, Licenciada en
Ciencias Sociales. Maestra de Danza Contemporánea e intérprete de Caracas Roja
Laboratorio. Docente de la Universidad Nacional Experimental de las Artes.
[iii] Técnica de soltura. Terminología utilizada en
Venezuela para reconocer una organización técnica de la danza que se basa
principalmente en las nociones de relajación, soltura, conciencia del peso y
alineación postural. Asociada generalmente al uso del piso como herramienta y a
los principios de la Danza Postmoderna o Nueva Danza.
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